miércoles, 17 de noviembre de 2010

La Homosexualidad en la Iglesia

Porque ¿Cómo oirán sin que nadie les predique?
Este es un tema Tabú. Especialmente porque nuestra cultura aun no esta acostumbrada a lidiar con este tema. Cuando se menciona siempre hay un tono burlesco y despectivo. Si son hombres los que están hablando sale a relucir el machismo, si son las mujeres hay desagrado pero siempre hay rechazo.

Eso no estaría mal si no estuviéramos hablando de líderes y pastores. Eso no va con los ministros de DIOS porque, nos guste o no nos guste, los homosexuales son también dignos de recibir la sangre del Cordero. Pero es triste ver como desde los pulpitos se les manda el mensaje de rechazo. Y si nosotros somos los “mensajeros” de DIOS eso significa que DIOS les esta diciendo que no son bienvenidos.

Recuerdo hace muchos años a la Iglesia que asistía un hijo de una de las hermanas de la Iglesia dijo que era homosexual. Fue un shock para todos porque ella era una “hermanita de oración”, como que solo por eso esas cosas no pueden suceder. Lo peor del caso es que el pastor cuando tocaba el tema de la homosexualidad lo hacia en un tono burlesco y despectivo. Solo puedo imaginar lo que la madre sentía al escuchar esa predica. De seguro ella nunca pudo invitar a su hijo de regreso a la Iglesia.

No digo que no hay que señalar el pecado, pero Juez solo hay UNO, y ese UNO es quien decide quien es pecador. Creemos que por estar dentro de la Iglesia o detrás de un pulpito la balanza se inclinará a nuestro favor.  1 Corintios 6:9-11 es duro.

Me pregunto ¿cuantos homosexuales asistirán a una Iglesia donde constantemente se les esta rechazando y haciendo burla? Lo mismo con los pandilleros y las prostitutas. Ellos son personas que demuestran sus pasiones bajas, pero algunos otros las disimulamos con pecados menos “públicos”, pero pecadores al fin y al cabo.

Si la Iglesia no esta haciendo algo para que los homosexuales lleguen a los pies de Jesús no tiene ningún derecho a criticar y emitir opinión. Porque ¿Cómo oirán sin que nadie les predique? ¿Y como predicarán si no son enviados? El problema es que a este grupo pocas personas quieren ir. Pocos quieres ser los enviados. Pocos quieren enviar. Por lo tanto no hay alguien que les predique.

Así que la próxima vez que nos paremos atrás de un pulpito y queramos hacer algún comentario sarcástico o burlesco con respecto a los homosexuales tengamos presente que quizás haya alguno sentado en  nuestra audiencia y quizás ese sea el día que DIOS determinó para salvarlo. No lo echemos a perder.

Bendiciones,


UCD

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