martes, 28 de agosto de 2012

De nuestros archivos - El trabajo social de la Iglesia

Este fin de semana vi un programa en la televisión acerca de un millonario que se va 10 días a los barrios bajos de su ciudad en busca de organizaciones o personas dignas de recibir de parte de él donaciones para mejorar el estado de la comunidad. El iba de encubierto por lo que las personas no sabían de quien se trataba. Al finalizar los 10 días el se presenta como quien realmente es y extiende cheques a los que él cree harán buen uso de su dinero.

Eso trajo a mi mente la pregunta: ¿Cuál es el papel de la Iglesia en la comunidad?

La Iglesia por siglos se ha convertido en un refugio para los perseguidos por el pecado. Bajo el lema “Torre Fuerte es el Nombre del Señor”, muchos hemos llegado a la Iglesia en busca de consuelo, descanso, sanidad y prosperidad. Lo cual es bueno y es cierto que se encuentra en el Señor.

El problema del ser humano es que tiende a olvidarse de sus miserias una vez empieza a mejorar su estilo de vida.  Alguien que ha experimentado la sanidad de una enfermedad infecto-contagiosa ¿acaso no evita estar con personas que puedan hacerla recaer? De igual manera alguien que ha logrado salir exitosamente del ciclo de la pobreza o escasez. Sus amistades empiezan a ser los de su “nuevo” estatus social y financiero. Quizás es por eso el dicho famoso de alguien que ve a su compañero salir del infortunio: “No te olvides de mi”.
Que por cierto esa frase se remonta al “ladrón” de la cruz junto a Jesús.

Pero ¿por qué? ¿Por qué tendemos a olvidarnos de las personas que hemos dejado atrás?
Quizás sea el síndrome de Caín…”¿Acaso soy yo guarda de mi hermano?”
Con mucha tristeza vemos que el papel de ayuda social que la Iglesia debería estar teniendo no se esta cumpliendo. Hay Iglesias que sí lo hacen, y oramos para que DIOS les siga ayudando. Pero, que de las demás congregaciones que no.

¿Por qué?
¿Será que nos hemos dedicado a sanar a los que ya están dentro, y los demás pues…que vean como hacen? ¿Será que hemos creído que no es necesario hacer trabajo comunitario...porque para eso esta el gobierno?

Al leer Mateo 14:16 vemos reflejado el sueño de DIOS. Jesús es claro, la gente no tiene que irse para ver como hace para resolver sus problemas. No tienen que votar para elegir un líder que les llene la cabeza de esperanzas, muchas veces falsas. No tienen que emigrar al norte para buscar una mejor vida.

La orden es clara. No hay atajos. No hay asteriscos con “aplican restricciones”.
Denles Ustedes mismos de comer.

¿Qué hacer ante tal demanda? Sencillo: OBEDECER. Los discípulos quisieron persuadir a Jesús con lo poco que tenían para que quizás cambiara de parecer. Pero a Jesús no le apantallan las cantidades, grandes o pequeñas, para Él es lo mismo 1 que un millón. Él mismo lo dijo, un día es como mil años, así que no hay excusa para decir, no tengo mucho.

Hay algo que debemos tener claro, para Jesús el trabajo en nuestras comunidades es importantísimo. Lo dejo bien claro en Mateo 25:41-46.
Si algo lo enoja y lo entristece es que los “supuestos” hijos del REY, se comporten como los hijos de los reyes, con desprecio por los desvalidos, que miran de reojo a los pobres y ejercen juicios sobre los que aun no han encontrado la LUZ, como nosotros lo hemos hecho.

Entonces, ¿Cómo no hacer realidad el sueño de nuestro maestro?
Estos son solo unos puntos (puedes añadir los tuyos en la sección de comentarios):

  • Intencional – Ten claro QUIEN Y QUÉ. Recuerda, el que mucho abarca poco aprieta. Hay hambrientos, sedientos, forasteros, desnudos, enfermos, encarcelados, etc. ¿Qué has visto en los alrededores de tu Iglesia?

  • Estratégico – Ten claro CÓMO. En una ocasión Jesús mando a que se sentaran por grupos, utilizó una estrategia. Investiga tu cual es la mejor que se aplica a tu visión.

  • Unidad – Jesús no hizo ningún milagro de alimentación solo. Los discípulos estuvieron con él. Únete con las Iglesias de tu comunidad y juntos solucionen los problemas…porque mejores son dos que uno.

(Este artículo fue publicado originalmente el 26 de octubre 2010)