domingo, 19 de enero de 2014

¿Por qué necesitamos de Jesús?

Mientras avanzo en mi lectura del libro Mere Christianity de C. S. Lewis, parte de varias metas trazadas para 12 semanas, ha resonado en mi mente una frase del autor: "Solo un hombre malo necesita arrepentirse, pero solo un hombre bueno puede arrepentirse verdaderamente. Mientras más malo eres más necesitas arrepentirte y menos lo puedes hacer."

Es un complejo juego de palabras.

Pero es la triste realidad de nosotros los mortales.

Alguien en la antigüedad dijo algo similar: “el bien que quiero hacer no hago, y el mal que no quiero hacer, eso hago.” Pobre hombre. A diferencia de nosotros, ese hombre, al final dijo también: “he peleado la buena batalla.”

¿Qué se requiere entonces para arrepentirse? Si soy malo, lo necesito, pero por ser malo, mi maldad me lo impide. Es como ese hámster en la rueda que no avanza.

El autor del libro dice que se requiere de UN hombre bueno, el único que existe y ha existido, se requiere que ESE hombre ponga algo de él en nosotros para que por medio de esa bondad tengamos la fuerza y voluntad para caminar el sendero del arrepentimiento.

Solo Jesús nos puede ayudar a experimentar el arrepentimiento y solo él puede ayudarnos a alcanzar el arrepentimiento genuino.

Es decir, necesitamos a Jesús para arrepentirnos. Necesitamos de Jesús para que nos perdone. Necesitamos de Jesús para mantenernos arrepentidos.

¿Qué más necesitamos?

P.D.


Sigan los blogs de Jorge Erdmenger, Fabiola Rivera y JavierArriola quienes también están en el rollo de las 12 semanas.

lunes, 13 de enero de 2014

De mi lectura de C. S. Lewis...

Sin duda alguna Dios hace que todas las cosas ayuden a bien. En estos últimos días por mi mente he tenido muchas preguntas, muchas de ellas sin respuesta, pero a través de mi lectura del libro "Mere Christianity" de C. S. Lewis, he encontrado al camino a la respuesta para algunas de ellas.
CS Lewis, 12 week

Debo admitir que me es muy complicado entender al autor del libro, y por consiguiente escribir un artículo quizás ni sentido haga, así que les comparto algunas de las ideas que subrayé:

"La idea central de la creencia del cristianismo es que la muerte de Cristo de alguna manera nos hizo estar bien con Dios. Muchas teorías se han desarrollado de cómo es que esto funciona, en lo que todos los cristianos están de acuerdo es que funciona."

“Si no podemos imaginarnos los átomos de lo que está compuesto nuestro mundo, no podremos imaginarnos cómo es que funciona la muerte de Cristo.”

“El hombre puede aceptar lo que Cristo ha hecho sin entender cómo funciona: de hecho, ciertamente no puede entender cómo funciona hasta que le haya aceptado.”

“Cuando una persona ha caído en un agujero, la molestia de sacarlo de ahí usualmente cae en el amigo fiel.” (Jesucristo)

"Dejar tus armas, rendirte, decir que estas arrepentido, darte cuenta que has estado en el lado equivocado del camino y prepararte para empezar la vida nuevamente desde el suelo-es la única manera de salir de un agujero."

“…el arrepentimiento no es agradable…requiere desaprender todo el auto consentimiento y auto propósito en el que nos hemos entrenado por miles de años.”

“La misma maldad que nos hace necesitarlo (el arrepentimiento), nos impide hacerlo. ¿Podemos hacerlo si Dios nos ayuda? Sí.”

Y la mejor de todas:

“Si quieres ayudar a los de afuera debes añadir tu pequeña célula al cuerpo de Cristo quien es el único que puede ayudar. Cortarle los dedos de una mano a alguien es una extraña manera de hacer que sea más productivo.”

Esta lectura es parte de una meta que hemos adquirido gracias a la buena influencia de Jorge Erdmenger, quien también publica sobre lo que lee en su blog. También pueden leer a Javier Arriola y Fabiola Rivera en esta aventura llamada Las 12 semanas.

sábado, 21 de diciembre de 2013

¿Qué es bueno y qué es malo?


Drama 
En el libro Mere Christianity, el autor, C.S. Lewis propone varias ideas que son dignas de analizar ya que la mera noción de bien y mal ya está incrustada en la mente de ser humano sin necesariamente saber qué es bueno y qué es malo.

Lewis deja sobre la mesa una declaración que chocó contra mi conciencia: a lo que yo llamo malo puede ser solo aquello que no me beneficie. Eso es lo más natural. Desde siempre el ser humano ha buscado su propio beneficio.

Recuerdo una vez, hace varios años en época de lluvias en El Salvador, mientras llevaba a mis hijas al colegio, y como es ya costumbre en nuestras urbes, el tráfico colaboraba para la incomodidad. Mientras llovía a cántaros me percaté que el vehículo en frente mío era un pick up y atrás iban dos jóvenes estudiantes con los hombros encogidos tratando sin éxito de no mojarse. En ese momento lo malo para mí era hacer algo por esos muchachos porque no había, de ninguna manera, algún beneficio para mí. Sin embargo, hasta el día de hoy no entiendo porque, en esos segundos que el tráfico vehicular detiene todo, me bajé, corrí al vehículo de enfrente y les lancé a los empapados jóvenes mi chaqueta. Regresé al carro más rápido de lo que me bajé y cuando entré me pregunté ¿Y qué va a pasar con mi chaqueta? A los minutos me resigné a darla por perdida.

Aunque en esa ocasión, para muchos, hice algo “bueno” pero hasta el día de hoy resiento la pérdida de mi chaqueta lo cual, para mí, es malo.

Lo complicado es cuando las personas no están conscientes de que pueden caer rápidamente en la manipulación al decir que algo es bueno porque los beneficia y malo porque no. Especialmente aquellas que están en una posición de liderazgo. Escribí algo similar en mi blog en esta publicación.

Algo que también es importante mencionar, y lo hace C. S. Lewis, es que no hay solo 2 opciones, bueno o malo. Estas solo son dos conceptos regidos por uno que no ni bueno ni malo, algo que llamamos estándar. Ese es el que decide qué es bueno y qué es malo. Y depende si aceptamos ese estándar así será nuestro accionar.

Aunque la vergüenza me invade reconozco que muchas veces he sido culpable de manipular los conceptos de lo que es bueno y malo.


sábado, 14 de diciembre de 2013

La regla de oro... que nadie cumple

La regla de oro es tratar a los demás como yo quiero ser tratado. No es tratar a los demás como me tratan, eso es diferente. Pero practicamos más lo segundo que lo primero.

Es más, vivimos de tal manera que no cumplimos la regla de oro pero esperamos que los demás la cumplan con nosotros.


C. S. Lewis en su libro Mere Christianity le llama la Ley Moral, o la Ley del Bien y del Mal. Ahí explica cómo la mayoría no cumple esta ley. Viven como si no hay Ley Moral, como que no hay Bien ni Mal, o solo Bien cuando es conveniente.

Lewis comparte cómo un individuo puede ignorar esta ley hasta que no es aplicada a su persona y es perjudicado por la falta de aplicación de la misma. Egoísmo puro.

Y es que desde el Edén somos así. Siempre buscando nuestro bienestar por encima de los demás. Lo he dicho y lo repito: ¿de que me sirve el éxito si no tengo con quién compartirlo? ¿De que me sirve ser rico si mi vecino está pasando penas? ¿De qué me sirve la salud si mi familiar se está muriendo?

¿De que me sirve ser cristiano si no comparto con otros lo que Dios ha hecho en mí y los encamino en su propia aventura con Dios?


¿Qué opinas?

miércoles, 23 de octubre de 2013

Las paredes sucias

¿Cuántas veces nos ha pasado que entramos a un lugar y no podemos evitar ver paredes sucias? Y nos preguntamos cómo es posible que las personas no se den cuenta de la suciedad que se va acumulando en las paredes.

Recuerdo que de niño mi papá continuamente nos regañaba porque pasábamos la mano por las paredes y por agarrarnos de las esquinas de las paredes para cruzar. También lo recuerdo que de tiempo en tiempo pasa pintando por donde habíamos pasado una y otra vez ensuciando.

Eso que pasa en todas las padres de toda casa promedio, donde se pinta una vez al año, ¡si mucho!, pasa en los liderazgos de las personas.

Con el tiempo vamos acostumbrándonos a las paredes sucias de nuestra gestión de liderazgo. Vemos como normal ciertas actitudes de nuestra parte que con el tiempo se hacen la regla general. 

Paredes sucias.

Es normal para nosotros hacer las cosas del mismo modo porque así lo hemos hecho siempre. Es normal para nosotros esperar los mismos resultados porque esos hemos recibido desde hace mucho tiempo.

Paredes sucias.

A nuestros seguidores los tratamos igual porque así hemos tratado a todos y no vemos la necesidad de cambiar. 

Paredes sucias.

Pero ¿cómo podemos identificar las padres sucias?

Se necesitan de ojos nuevos, alguien que no este manipulado por el ambiente, como nosotros. Es ahí donde entra la vulnerabilidad del liderazgo y se debe permitir a un tercero que llegue, observe y luego comente sobre lo que realmente esta sucediendo.

Ese alguien podrá ver esas paredes sucias que nosotros las vemos como normales.

El trato a los seguidores, si somos autoritarios, si somos micro-managers, etcétera.

Dejemos que de tiempo alguien de confianza entré a nuestro círculo y nos haga ver esas paredes sucias para poder generar los cambios que son tan necesarios.

¿Tienes paredes sucias?





sábado, 19 de octubre de 2013

Claves de la comunicación efectiva

Reciententemente Jorge Erdmenger, director de grupos C.A.F.E., enseñó sobre la comunicación efectiva. Aquí los puntos claves:

Ponga de primero a la persona con la que se comunica. Escúchela.

Entender las diferencia de cómo se comunican los hombres y mujeres.

Elimine los distractores. TV, celular.

Encuentre la mejor manera, la mejor forma y el mejor momento para comunicarnos.

No asuma.

No critique y no juzgue a la persona con la que se comunica.

La comunicación puede mejorar: necesita tiempo y esfuerzo.

------

Puedes seguir a Jorge en Twitter @jerdmenger


lunes, 18 de marzo de 2013

Se parte de nuestro equipo de escritores


Te invitamos a que seas parte de nuestro equipo de redactores del blog.
Creemos que hay muchos que pueden compartir experiencias sobre como unir, capacitar y desarrollar líderes. Por eso ponemos a disposición este recurso.

¿Cómo hacerlo? 


Es simple, mándanos un mensaje en Facebook o un DM en Twitter y empecemos esta aventura. También puedes escribirnos a unidad.capacitacion.desarrollo@gmail.com.

Hay ciertas condiciones que se deben llenar:
  • Debes tener una cuenta de Facebook o Twitter para que al publicar tu artículo puedas promoverlo allí.
  • Nos reservamos el derecho de editar tu artículo para que cumpla los estándares gramaticales y de afinidad a nuestro blog.

 Nuestro compromiso:

  • Darte crédito total del artículo en mi blog.
  • Cuando sea posible, tu foto se incluirá en él. 
  • Cada mención del artículo incluirá tu cuenta de Facebook o Twitter.

Así que adelante. Esperamos tu participación.