
Es bueno hacer un recuento de nuestros fracasos de este año para mejorarlos el próximo. Muchos hacemos “propósitos de nuevo año” y algunos ni nos acordamos de lo que nos propusimos hacer. Muchos dijimos que rebajaríamos de peso, iríamos al gimnasio o que dejaríamos de comer menos. Otros quizás se propusieron dejar un mal hábito, una adicción o alguna amistad.
No nos desalentemos, que aunque termina el año, siempre es un buen día para comenzar. Posiblemente sea el de empezar un ministerio de ayuda social, o de hablarle a tus amigos de el Mejor Amigo. Quizás hablarle a la chica de tus sueños (que este soltera). Hazlo. No te detengas.
DIOS no se detiene a pensar si lo logrará o no. El sabe que puede, y en Cristo, todo lo podemos también. El 2011 nos está esperando.
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