viernes, 3 de diciembre de 2010

No quiero ser legalista

Que fácil es caer en legalismos. Hay reglas, hay leyes, pero en algunos casos no es de vida o muerte romper las reglas. No soy un fotógrafo profesional, sino más bien un fan del arte. Y en mi afán de conocer mejor cómo dominar la cámara he aprendido reglas como la de los tercios, o cómo usar los diferentes ajustes de apertura, velocidad y otros.

Pero en ese afán de obtener la fotografía perfecta me encajo en las “reglas” y pierdo la creatividad. Pierdo mi identidad. Me vuelvo del montón. Me convierto en un simple fotógrafo más. Dejo de promover ideas y soluciones. Me vuelvo un esclavo de las leyes. Me siento mal cuando rompo las reglas. Me siento pecador.

Y el arte es creatividad. Arte es romper las reglas de tiempo en tiempo para impregnar mi personalidad en mi obra. Regresaré a las reglas de los tercios y de los enfoques selectivos. A las reglas y lineamientos. Pero no quiero perder mi personalidad. Quiero ser un artista. Quiero ser dinámico, no quiero ser legalista.

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