Esta es una frase aberrante para muchos pastores y lideres. ¿Consultoría? Por favor. Qué somos ¿una empresa? Eso es ridículo. No podemos hacer eso con la Novia del Cordero. ¿Acaso Jesús necesitó de Consultores para llevar a cabo su ministerio? Estas y muchas preguntas y argumentos más surgen cuando se toca el tema de Consultoría para Iglesias.
Muchos pueden alegar que para eso esta el Espíritu Santo, para redarguir y hacer sentir los cambios que se necesitan hacer. El problema es que no hemos entendido bien el concepto.
La Iglesia no necesita consultoría, los pastores y líderes sí. Cuando yo llego a mi casa y abro la puerta principal el escenario me es familiar. Al entrar, esta la sala de espera en frente, las gradas al segundo nivel a la derecha. A la izquierda está el acceso al comedor y al fondo esta la cocina. Después de la sala de estar, esta la puerta para el jardín y el resto de la casa. Todo para mi es normal. Puedo inclusive caminar con los ojos cerrados por los ambientes de la casa y no accidentarme. ¿Por qué? Porque ahí vivo, ahí paso todo el tiempo. Y los cambios y deterioros de la casa se van haciendo “normales” para mí.
Las manchas en las paredes no son tan notorias a mis ojos. La rajadura del piso es de lo más común para mí. Ya me acostumbre a los desperfectos. Por eso necesito alguien de afuera, que no esté influenciado por el ambiente para que me diga los cambios que necesito hacer. Para que me haga ver los desperfectos de mi hogar.
Por eso en muchas Iglesias existe el área de consejería, para las personas que no saben que hacer y QUIEREN saber como hacer los cambios. Hay consejería para matrimonios, para mujeres, para hombres, para jóvenes. Pero no se de muchos Pastores y Lideres que busquen “consejería” para como dirigir su Iglesia.
He visitado muchas Iglesias donde el trato personal es muy bueno, buena bienvenida, gente muy amigable, pero las instalaciones son lúgubres y con poca iluminación. Otras que el templo está muy bien decorado pero los baños son un desastre. ¿Y qué decir de las Iglesias que no manejan bien las finanzas? Y así podría seguir dando ejemplos de cosas que “son comunes” a los ojos de los que allí se congregan.
Pero si buscáramos ojos extraños, los ojos de un visitante que nos pueden ayudar mucho a cambiar esas cosas que nos pueden ayudar a mejorar. ¿Mejorar para que? Para que MÁS gloria sea dada a DIOS. Más honra a SU nombre.
No te acostumbres a las “manchas de las paredes” de tu Iglesia. Invita a un amigo de confianza a que llegue a ver lo que tú no ves. A que te diga donde está la tela de araña que lleva meses colgando de una esquina. Que te diga qué impresión le dieron los baños, los asientos, el volumen de las bocinas, etc.
¿Qué opinas?
DJ, muy buena tu observacion: "La Iglesia no necesita consultoría, los pastores y líderes sí"
ResponderEliminarEn mi experiencia encuentro que muchos líderes necesitan ayuda en las áreas de organización, sistemas gerenciales, manejo financiero y la resolución de conflictos, entre otras cosas. Sin embargo, en este país, la iglesia es una entidad legal o corporación que necesita tomar decisiones más allá del color de las paredes del templo o la tela para las cortinas. Existen serias responsabilidades fiscales que pueden tener graves consecuencias de no ser bien manejadas. Esto, inclusive, podría afectar la compensación del pastor de la iglesia y tener un impacto negativo en el reembolso de gastos, jubilación, seguro social y otros factores. Obviamente, uno no espera que el pastor, por muy bueno que sea en su desempeño ministerial, sea un experto en estas cosas. Ahí entra la consultoría que puede ser muy específica o general, dependiendo de las necesidades, visión y situación en que se encuentra la iglesia en ese momento.
Te felicito por tu blog,contiene un excelente y ameno contenido.
Bendiciones,